La primera conferencia se centró en la innovación de los centros escolares:
La inspección de educación, cómo debe actualizarse ante los retos del siglo XXI.
La segunda conferencia se centró en el profesorado:
La Inspección Educativa: papel institucional y responsabilidad social.
La tercera conferencia se centró en la calidad y equidad que ofrece el servicio educativo:
La actuación de la Inspección de educación en los centros educativos.
Gracias a las conferencias aprendí que la base de un centro escolar hoy en día es la innovación y la creatividad.
El aprendizaje a través de las tecnologías es fundamental ya que nuestra vida cotidiana está constantemente influenciada por ellas y los niños tienen que intentar familiarizarse con ellas desde una edad muy temprana para poder saber manejarlas y ser competentes en un futuro. Es fundamental la existencia de ordenadores y la incorporación de proyectores y pantallas digitales que hacen el aprendizaje mucho más ameno y divertido. También actualmente es muy importante fomentar la enseñanza plurilingüe puesto que los idiomas son el futuro de mañana y desarrollar cada vez más la multiculturalidad dentro y fuera del aula puesto que supone el aprendizaje por parte del alumnado de ciertos valores sociales como el respeto y la igualdad de derechos que son esenciales para relacionarse en la vida y a la vez supone la eliminación de comportamientos que no son morales como puede ser la discriminación.
El profesorado deberá ser el mejor calificado y lo suficientemente motivador para que todo esto se pueda llevar a cabo dentro del aula.
Por tanto la principal finalidad del inspector educativo es revisar, controlar y evaluar que todo dentro del centro escolar está en orden. El inspector debe revisar el modelo de selección del profesorado, sus programas formativos, sus metodologías y prácticas, las instalaciones del centro...pero sobre todo debe ser innovador y motivador para tratar de incitar al profesorado a innovar y así que se adapten a la nueva realidad aplicando nuevas metodologías con la intención de despertar las competencias de los alumnos. Y lo fundamental es que ese inspector educativo asesore tanto al profesorado como a la comunidad educativa para que entre todos podamos corregir aquello que estamos haciendo de manera equívoca y asegurar que el servicio educativo no solo proporcione calidad sino también equidad y de esta manera poder asegurar el futuro de la sociedad.
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